Capitulo 7: Callejeando por el Gótico...

Dicen que hay ciudades que tienen un encanto especial... No es que conozca muchas ciudades, y si atendemos al tópico de que cada ciudad tenga su encanto, este artículo no tendrá mucho sentido, o quizás lo tendrá todo...

El caso es que no conozco muchas ciudades, pero ello no impide que para mí haya una ciudad por encima de todas, las que conozco y las que no conozco, todavía... Barcelona.

Dicen que hay ciudades que nunca descansan, que nunca duermen, y tengo comprobado, que Barcelona es una de ellas... Resulta muy gratificante realizar una breve visita, tanto de noche como de día, y no miento, cuando digo que el pasar aunque sea un breve espacio de tiempo me llena de vida y reconforta mis ilusiones...

Cuando además lo hago bien acompañado como en las últimas dos visitas a la ciudad condal, ese estado gaseoso se multiplica, por el infinito...

Y es que no hay nada que reconforte más a este que te habla, que hacer un viaje en carretera con una buena compañia, que se acentua una vez has llegado a tu destino, fué el caso, de mis dos últimos roadtryp's a Barcelona. Curiosamente, lo dos viajes tuvieron el componente de la sorpresa para la misma persona, lo cual, todavía hace el viaje más interesante y bonito de recordar...

Y es que los recuerdos no se pueden controlar, y cuando son hermosos todavía menos.. Te dominan en tu mente, haciéndote revivir una y otra vez aquella mirada, aquella sonrisa eterna, esos ojos preciosos a los que tanto debes, sin poderlo expresar con palabras cuando estás frente a ella...

Pero los recuerdos, como decía. van por libre, y a un servidor, le gusta que así sea, para cuando llegue ese momento repetido de su indiferencia, tener algo bonito en lo que pensar, bajo la banda sonora de una buena canción, que te haga rememorar todo estado gaseoso vivido anteriormente, así, como si fueran diapositivas, o sencillamente un videoclip animado y selectivo de lo mejor desde el inicio de todo...

Tan gratificante como callejear con dos amigos por el barrio gótico de Barcelona, al tiempo que tenemos que decir que no a no sé cuantos ciudadanos de origen paquistaní a comprar unas cervezas por la calle, porque nos ibamos a tomar todo un litro de conversación en uno de los mejores antros de la ciudad...

Al final, hay que decir que, todo buen vendedor, persiste, aunque te lo encuentres en la calle, o eso, o que al final, uno de los que te encuentras se lleva el gato al agua y acabas por degustar una buena cerveza callejeando por una de las ciudades más bonitas del mundo, y no he visto muchas, pero algunas tengo en mi archivo gaseoso ...

Sigo esperándote, sigo dándote esos tres días que te pedí ayer, sigo en busca, de nuevos momentos gaseosos a tu lado, con la certeza de que, si quieres que me aleje de tu vida, sólo dimelo, y, aunque me cueste, lo haré...

Callejeando y cerveceando en la ciudad de las sensaciones;

Iván Valverde.